jueves, 3 de noviembre de 2011

Sobre protección a la Maternidad

La legislación laboral chilena, progresivamente ha ido estableciendo derechos de descanso, subsidios y fueros a todas las trabajadoras embarazadas de nuestro país, también ha incorporado descansos papa los padres trabajadores por el nacimiento de un hijo, y finalmente ha establecido subsidios para la madre o padre trabajador en tanto tengan a su cuidado el menor.
En virtud de lo anterior, empresas e instituciones públicas y privadas, centros comerciales, malls, supermercados, tanto en casas matriz, sucursales o faenas deben sujetarse al cumplimiento de la normativa.
En virtud de esta normativa, la madre trabajadora tendrá derecho a:
v  Prenatal: que se produce seis semanas antes del parto.
v  Posnatal: que corresponde a las doce semanas después del parto.
v  Postnatal parental: doce o dieciocho semanas (dependiendo de si la madre se queda en casa o si regresa a trabajar por media jornada) después del postnatal recién mencionado.
No obstante los plazos señalados, estos plazos se podrán ampliar,  pero para que ello ocurra, debemos estar en presencia de ciertos y determinados casos, a saber:
v  Descanso prenatal suplementario: en caso de enfermedad durante el embarazo.
v  Descanso prenatal prorrogado (parto tardío): en caso de que el parto se produjera después del descanso prenatal (6 semanas). Este descanso se extenderá hasta el nacimiento del niño/a y a partir de esa fecha se contará el descanso postnatal.
v  Descanso postnatal suplementario: en caso de enfermedad como consecuencia del parto.
o   Si el niño o niña nace antes de la semana 33 de gestación, o si nace pesando menos de 1.500 gramos, el descanso postnatal será de 18 semanas.
o   En caso de partos múltiples, el descanso se extiende siete días por cada niño a partir del segundo.
Si ocurren estas dos circunstancias simultáneamente, el descanso será el de mayor duración.
Claramente el estar en presencia de alguna de estas situaciones no será suficiente, pues se requerirá además, la certificación del médico tratante.
En cuanto a los derechos que tienen los varones, en su calidad de padres, encontramos los siguientes:
v  Permiso pagado de cinco días en caso de nacimiento de un hijo, el que podrá utilizar a su elección desde el momento del parto en días corridos, o distribuirlos dentro del primer mes desde la fecha del nacimiento.
v  Permiso pagado de cinco días en caso de que se le conceda la adopción de un hijo, contado desde la sentencia definitiva que le otorgó el derecho.
v  Permiso postnatal parental, si es que la madre decide traspasarle semanas, pudiendo traspasar un máximo de seis semanas a jornada completa; pero si la madre decide tomarse 18 semanas a media jornada, puede traspasar un máximo de 12 semanas en media jornada. En ambos casos, las semanas utilizadas deben ser las semanas finales del período de descanso y habrá derecho a un subsidio en base a sus remuneraciones con un tope de 66 UF.
v  Derecho a sala cuna mantenida o financiada por la empresa en que trabaja, si es que ya es exigible al empleador (es decir, si en la empresa ya hay 20 ó más trabajadoras mujeres) y si, por sentencia judicial, se le ha confiado el cuidado personal de un menor de dos años.
En caso de muerte de la madre durante el parto o el período posterior a éste, corresponderá al padre cumplir el permiso postnatal o el resto de él para el cuidado del hijo, el fuero maternal y el subsidio correspondiente.
Ahora bien, todo lo anterior está referido al caso de nacimiento de un hijo, pero nuestro legislador no ha olvidado a aquellos que se convierten en padres por vía de adopción, por lo que es pertinente señalar que todos los derechos de permisos y subsidios maternales también se aplican a los casos de adopción, tuición o cuidado personal de menores, siempre que se presente la resolución judicial correspondiente.
Otros permisos que protegen la maternidad y básicamente los hijos, son aquellos que dicen relación con el caso de enfermedad grave de hijos menores de un año, en tal situación:
v  Si ambos padres son trabajadores, cualquiera de ellos, a elección de la madre, tiene derecho al permiso y subsidio.
v  El trabajador/a que tenga a su cargo el cuidado de un menor de edad, por habérsele otorgado judicialmente la tuición o el cuidado personal como medida de protección, o en virtud de lo previsto en la ley de adopción, tendrá derecho al permiso posnatal parental.
v  Si el menor tiene menos de seis meses, habrá derecho a posnatal de 12 semanas más el permiso posnatal parental.
v  La madre trabajadora tiene derecho a un permiso de diez jornadas ordinarias de trabajo al año, distribuidas a elección del trabajador en jornadas completas, parciales o combinadas, cuando tenga un hijo menor de 18 años con accidente grave o con una enfermedad terminal en su fase final o enfermedad grave, aguda y con probable riesgo de muerte (acreditadas mediante certificado otorgado por el médico que tenga a su cargo la atención del menor).   Si ambos padres son trabajadores, cualquiera de ellos, a elección de la madre, tiene derecho al permiso.   Las horas deben ser restituidas por el trabajador mediante imputación a su próximo feriado anual (vacaciones) o laborando horas extraordinarias, o en la forma que convengan trabajador y empleador.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿Está limitado en Chile el Derecho a Reunión?

Durante los últimos cinco meses, se han producido movilizaciones y marchas en 38 jornadas, en distintas ciudades de Chile, las que han suscitado distintas opiniones en orden a su realización, algunas autoridades no han puesto inconvenientes, pero otras, han negado la autorización para su realización, lo que lleva a la lógica inquietud ¿por qué algunas autoridades han otorgado el beneplácito para su realización y otras no? Pero lo más inquietante es que una misma autoridad en algunas ocasiones ha otorgado su consentimiento y en otras ocasiones lo ha negado, y lo que es peor a los mismos convocantes, en los mismos días de la semana, en los mismos horarios y con los mismos fines, por tanto, se hace imperioso efectuar algunas consideraciones jurídicas en cuanto a las garantías constitucionales, en particular, al derecho a reunión y esta limitación o regulación que puede realizar la autoridad por las “disposiciones generales de policía”.
En primer lugar debemos consignar que la norma constitucional asegura a todas las personas el derecho a reunirse pacíficamente sin permiso previo y sin armas.   Agrega el precepto en su segundo inciso que en el caso que las reuniones se efectúen en plazas, calles y demás lugares de uso público, se regirán por las disposiciones generales de policía.   Es decir, se hace una distinción, si se hacen en un recinto privado o en espacio público y es en este segundo caso, cuando rigen las “disposiciones generales de policía”, en concreto, el D.S. N° 1.086, del Ministerio del Interior, dictado el 16 de septiembre de 1983, estableciendo en su artículo 2º requisitos para la realización de la manifestación o reunión, a saber, un aviso previo por escrito con, a lo menos dos días hábiles de anticipación dirigido al Intendente o Gobernador, informando el objeto de la reunión, el lugar de su celebración, quiénes son sus organizadores, dónde se hará uso de la palabra, quiénes serán los oradores, etc., otorgándose facultades tan amplias y extrañas a Intendentes y Gobernadores, en su artículo 3º que incluso podrían por medio de una resolución, designar calles y sitios en que no se permitan reuniones públicas.
Sin lugar a dudas resulta, al menos curioso lo reseñado en el párrafo anterior, pero sigamos analizando lo ajustado a derecho de la norma precitada.
La norma que ampara las garantías constitucionales (art. 19) y en particular el derecho a reunión, no es la única en nuestra legislación, toda vez que siguiendo el mandato constitucional, especialmente el inciso segundo del artículo 5º de nuestra Constitución, corresponde incorporar con rango constitucional, o sea, con rango superior a un Decreto Supremo, los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, en el particular, las disposiciones de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), como las contenidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), todas normas internacionales que establecen como requisito sine qua non, para que se pueda limitar el derecho a reunión de los ciudadanos, que intervenga el legislador nacional, ya que sólo el Poder Legislativo podría establecer limitaciones y regulaciones al derecho fundamental de reunión, en consecuencia, el que se trate, vía utilización de un Decreto Supremo, de limitar o regular un derecho fundamental, como el derecho a reunión, no sólo es contrario a la regulación de los derechos humanos, sino que además es abiertamente inconstitucional y ello porque cuerpo legal que contiene la limitación y regulación – D.S. 1086– está  contenida en una norma de carácter infralegal, debiendo nuestro país, como en otros casos, haber adaptado su legislación de acuerdo a los tratados internacionales a los que ha ido adhiriendo.
Lógica consecuencia de lo anterior, es que las autoridades públicas, sean Intendentes o Gobernadores NO tienen facultades en esta materia, ni para autorizar o denegar el permiso para la realización de una manifestación pública, del mismo modo, carecen de potestad “para designar por medio de una resolución las calles o sitios en que no se permiten reuniones públicas” y de hacerlo, incurren en un acto inconstitucional y colocan a Chile en una situación de incumplimiento internacional.
Finalmente, el Estado de Chile debe resolver si está de acuerdo en regular y/o limitar de alguna forma el ejercicio del derecho de reunión, si es así debe hacerlo el Legislador, de lo contrario, no se debe permitir que Chile, a manos de Intendentes y Gobernadores, incumpla tratados internacionales a los cuales libre y soberanamente ha suscrito.

martes, 24 de mayo de 2011

El Matrimonio NO es un contrato

El concepto de matrimonio está dado en nuestra legislación, en particular en el artículo 102 del Código Civil que señala que: El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente.
Este concepto recoge la raíz Cristiana de nuestro Código Civil, para ser más preciso, la raíz Católica.   Sin embargo, con el paso de los años tiene una derogación tácita, toda vez que hoy existe el divorcio, pero no nos detengamos en ese importante detalle, vamos a su análisis como contrato.
Los contratos han sido bastamente tratados en la legislación y por los autores, a partir de ahí, es dable señalar que al “contrato de matrimonio” se le pueden hacer algunas críticas, a saber:
  1. El matrimonio no participa de las características de un contrato, el efecto de matrimonio no es sólo para las partes, sino que es para toda la sociedad.
  2. En materia de contratos existe la posibilidad de ponerles término por el mutuo consentimiento de las partes del contrato, en el matrimonio esa posibilidad no existe.
Teniendo en consideración las críticas indicadas, es posible establecer que el matrimonio no es un contrato, sino una institución, lo que significa que el marco regulatorio está previamente establecido por el legislador, tanto en su generación, efectos y terminación.

lunes, 2 de mayo de 2011

Servicios disponibles

En esta sección se señalan algunos de los servicios que presta Asesorías Jurídicas Carlos Terán, así como ejemplo de algunas materias en las cuales se puede otorgar asesoría jurídica. 
Le invitamos a visitar otras secciones de nuestro sitio en la red, enviarnos un mensaje por correo electrónico o solicitar una entrevista, a fin de conocer mayores antecedentes.

MATERIAS
Asesorías Jurídicas Carlos Terán está en condiciones de asesorar a personas naturales y jurídicas en las más diversas áreas del Derecho. 
A modo de ejemplo, se señalan a continuación algunas materias respecto de las cuales se puede solicitar asesoría o efectuar consultas.
1.       Derecho Civil
a.       Personas y familia
b.      Cambios de nombre y/o apellido
c.       Adopciones
d.      Determinación de la filiación
e.      Sustitución de régimen matrimonial
2.       Bienes
a.       Estudio de títulos
b.      Recuperación de la posesión de bienes
3.       Herencia
a.       Posesión efectiva
b.      Partición
c.       Testamentos
4.       Contratos
a.       Compraventa de bienes raíces y muebles
b.      Arrendamiento
c.       Mandato
5.       Daños
a.      Indemnización de perjuicios causados por accidentes de tránsito, negligencias médicas, accidentes laborales, productos o servicios defectuosos, etc.
6.       Derecho Comercial
a.       Constitución de sociedades, modificación de escrituras sociales, etc.
b.      Cobranza de letras de cambio, pagarés y cheques.
7.       Derecho del Trabajo
a.       Contratación de trabajadores
b.      Despidos
c.       Negociación colectiva
d.      Constitución de sindicatos
e.      Materias previsionales
8.       Derecho de Protección al Consumidor
a.       Productos defectuosos
b.      Cobro de precios o intereses excesivos
c.       Infracciones a la ley del consumidor
d.      Derechos de los consumidores
9.       Derecho del Tránsito
a.       Transferencia de vehículos motorizados
b.      Daños por accidentes de tránsito