sábado, 4 de mayo de 2013

Valparaíso se sigue quemando ¿y las autoridades?

Este año 2013 será un año que quedará marcado literalmente a fuego en la historia de Valparaíso, esto porque sólo ha transcurrido un tercio del año y suman siguen las casas quemadas en Valparaíso ¿por qué? Porque el pasado 14 de febrero se registró un incendio que comienza en San Roque, Barrio Verde, villa Navío San Martín, el que por efecto del viento traspasa la ruta 68, sube por las laderas de Rodelillo, cuando alcanza la parte alta, sigue su avance descontrolado cruza y llega al cerro Placeres, arrojando el saldo de 284 casas quemadas, lo que se suma a las más de 30 hectáreas de bosque, arbustos y pastizales consumidas por el fuego, con más de mil personas damnificadas, más allá de la responsabilidad de la empresa constructora que origina el fuego, fue explicación para su propagación, la alta temperatura, el fuerte viento y la baja humedad que existía aquel día, todos factores que objetivamente influyeron, pero no son los únicos.
Cuando pasaban dos meses de aquel siniestro, en el gobierno se felicitaban por la rápida acción para apoyar a los damnificados y el fosis se ponía de acuerdo con algunos afectados para la compra de máquinas de coser para que sean ocupados en el desarrollo de una labor productiva para colaborar a mitigar los efectos de las pérdidas, suenan nuevamente las sirenas de bomberos el martes 23 de abril, antes de las 13.00 horas, alarmando sobre un incendio forestal que se producía en la parte alta del cerro La Cruz, a diferencia de lo ocurrido en febrero, este incendio de abril se enfrentaba con condiciones climáticas que no le eran propicias, día con vaguada costera, alta humedad (alrededor del 70% a la hora de inicio del incendio)   Con la unidad en camino se advertía de una emergencia de grandes proporciones, por lo que se solicitaba el despacho de más unidades en apoyo.   Al llegar Bomberos al lugar procede a declarar el incendio informando que se trata de 2.0 hectáreas que se quemaban, sin embargo, no fue hasta las 14.30 en que se desató la tragedia el fuego en su avance descontrolado se propaga hacia los cerros La Cruz y Mariposa, comenzando a consumir las primeras viviendas, saldo final según lo informado por el SERVIU 28 casas destruidas, 12 casas con daño menor y 82 damnificados, además de 30 o 40 hectáreas consumidas por el fuego.
¿Y las autoridades dónde están?
Cualquier conocedor de esta hermosa y mágica ciudad puerto, sabe que esta es una ciudad en la que se convive con los incendios, no en vano, es la ciudad en la que se funda el primer Cuerpo de Bomberos de Chile.   Pero sin ánimo de hacer una larga reseña histórica en esta materia, para lo cual hay autores muy calificados, recordemos que en 1994 se produjo en Rodelillo un incendio que consumió 64 viviendas –muchas de las cuales también se quemaron ahora el año 2013–, ya comenzando el siglo se produjo el incendio de Chaparro en el cerro Cordillera, en el que se quemaron 34 viviendas; poco tiempo pasó para tener otro incendio, esta vez en la planchada, en el que se quemaron 21 casas; y en lo que parecía lo máximo, el año 2008 se produce el incendio del cerro La Cruz, con 80 casas quemadas, además de la muerte de un bombero; seguido de otras 19 casas que se quemaron en el cerro Mariposa días después de la Navidad de diciembre de 2009.   Todos los incendios citados tienen como denominador común que comenzaron como incendios forestales, pero su propagación alcanzó viviendas.
La sumatoria de casas destruidas por el fuego a causa de estos incendios, incluyendo el último, arroja la preocupante cifra de 530, por lo que es recomendable comenzar a evaluar otro tipo de responsabilidades, porque una vez fueron niños que querían ver bomberos en acción, otra carboneros que manejaron mal su proceso de fabricación de carbón, en otro caso se de la responsabilidad de una constructora y en otro nuevamente un carbonero, pero la inquietud que corresponde es ¿dónde está la labor de las autoridades? ¿dónde están los planes de prevención? ¿qué dicen los planes reguladores sobre la interfase urbana donde se producen estos incendios? ¿hay ordenanzas que establezcan ciertas restricciones? ¿dónde están los organismos técnicos del aparato Estatal diciendo, al menos, que en ciertos lugares no se debe construir, que es peligroso?   En términos políticos, autoridades actuales culparán a las pasadas, las que a su vez dirán que no completaron sus proyectos o que las medidas de mitigación estaban contempladas, pero que no se implementaron, al menos debidamente.   Por otra parte, algún neófito en la materia dirá que la Ruta 68 era impensable que fuera saltada por el fuego, desconociendo las múltiples veces que ello ha ocurrido, como también el comportamiento del fuego.   Otro dirá, que se trata de un problema cultural, porque quienes viven en “tomas” tienen situaciones no reguladas, lo que se suma a que los porteños vierten su basura en cualquier parte, lo que hace de las laderas de cerros verdaderos basurales que son bombas de tiempo en el verano.
Y mientras la inquietud persiste, vale la pena recordar que Bomberos de Valparaíso el año 2009 hizo la primera campaña de prevención de incendios en Chile, incorporando a las empresas de servicios y a la municipalidad, lo que parece ser sólo un mecanismo de acción, sumado a lo anterior, no resulta iluso pensar en que el Área de Educación de la Corporación Municipal, en uso de sus facultades fije lineamientos curriculares que promuevan en los niños la cultura de la prevención.
Todo mientras esperamos que las autoridades hagan su parte y se atrevan a tomar medidas reales que puedan, no reducir el riesgo a cero, porque eso no existe, pero que puedan minimizarlos.   En definitiva, que no actúen con complacencia electoral o que no teman a no ser electos ellos o quienes los designaron en el cargo, porque de lo contrario, deberemos seguir sumando tragedias de viviendas construidas en zonas de evidente riesgo y que se quemarán por decenas o centenas.